El futbol no es solo una cuestión de juntar a los muy buenos
y el equipo ya carburará.
Eso ya lo intentó Florentino hace casi un cuarto de siglo,
fue carburando, hasta que un momento determinado, colapso ante el caos
colectivo que era el equipo.
Ocupamos muy, muy mal los espacios y en los movimientos sin
balón se estorban porque todos tienen una predilección natural por la izquierda que es consustancial a lo mejor de ellos como futbolistas.
Arriba empezamos presionando, pero no lo mantenemos. Ni
siquiera es una presión agresiva. Es una presión-acompañamiento. Y en algunos
casos, presiones absurdas individuales, malgastando esfuerzos en lugar de
optimizarlos.
Solo producimos con conducciones. Alguna arrancada de
Rodrygo ha sido buena pero no se materializa por los pocos espacios. Otras
veces generan pérdidas (Vinicius) que generan medio gol para el equipo
contrario.
Movemos mal el balón porque jugamos al pie. No hay nadie con
jerarquía que mande en el medio. A Valverde le cortas las alas para soltarse y te
cargas a la mitad del jugador. Hay dos bloques: por detrás del balon, Rudiger,
Militao, Tchoaumeni y Valverde; por delante, los 2 brasileños, Mbappe y Guler.
Los pases que filtran y lo que generan los primeros dista mucho de lo que se
puede esperar del Madrid.
Nos han jugado con casi 9-10 en el área. Pues es lo que nos
espera. Cuando más sepa que te duele, más te lo harán.
El Valladolid arriba no tenía nada, salvo cuando ha metido a
Moro, pero han tenido 2-3 acercamientos peligrosos y nosotros lo hemos
desatascado en una jugada que no va a funcionar muy a menudo. Los dos últimos
goles, balonazo desde el área, la coge Brahim en el centro, conduce y en el
primero la define el mismo y en el segundo asiste a Endrick, que define hors
categorie.
Los movimientos de Ancelotti lo de siempre: primera ventana
en el minuto 69; la segunda en el minuto 84.