Para mí está Liga es muy especial, no solamente por las
circunstancias de la pandemia, sino por el hecho de que se ha vuelto a
recuperar el trono español. Como bien dice Zidane, las Champions están muy
bien, pero la Liga es el mayor premio a un trabajo que dura un año. El Madrid
ha luchado contra todos los elementos contrarios: arbitrajes infames, un VAR
totalmente inepto que nos ha robado de todo, los contrarios hipermotivados, una
prensa anti y sectaria, la corrupta LFP y los incomprensibles horarios. Trabas y
más trabas para impedir que el Madrid consiga su meta. Esto lo venimos
padeciendo desde hace años y sabemos muy bien qué es lo que hay.
Pues con esto y todo, el Madrid se ha proclamado campeón con
toda justicia y mereciéndolo. No se puede alabar más que el trabajo de Zidane. Tiene
sus fallos, pero ya es incontestable que sus aciertos superan a sus fallos y
que con el tiempo ha ido aprendiendo de sus errores y volviéndose más
entrenador. El éxito de esta Liga viene, una vez más, por su saber hacer en el
vestuario, manteniendo a la plantilla ilusionada y motivada, su buen equilibrio
con novatos y veteranos y su carisma. Si le añadimos que poco a poco va haciéndose más grande como entrenador, pues
se llega a estos éxitos.
Esto debe ser una lección a aprender para Florentino. Los proyectos
crecen alrededor de la figura del entrenador y sus exigencias, no alrededor de
comisiones o supuestos beneficios publicitarios. Un equipo que gana títulos
ingresa dinero a cascoporro de igual forma. Zidane sabe lo que tiene y lo que
necesita, y lo que no es de recibo es fichar a espaldas del entrenador y sin
saber qué es lo que quiere.
Quiero también hacer destacar a varios jugadores. Empezaré por
Courtois. El belga ha superado su primer año un tanto balbuceante y ha
demostrado porque está considerado uno de los mejores porteros del mundo. Sus
paradas en el tramo final de la Liga han sido los cimientos del triunfo. Ramos
es el puntal, el corazón del equipo. Es verdad que en ocasiones la caga a base de bien, que es un cabeza loca y que
cada año es más lento, pero a cambio ha ganado en autoridad e impone respeto
tanto a amigos como a adversarios. Su mera presencia en la defensa hace ganar
confianza a los suyos e intimida a los rivales. Casemiro es el pegamento que
une al equipo. Sin él, el garfio, el equipo se partiría en dos. Es un diesel,
tarda en ponerse en funcionamiento pero cuando lo hace no solo es fiable sino
que no para hasta el final de darlo todo. Modric nos ha dado su do de pecho
sobre todo en el tramo final. Creo que ha dado su último canto de cisne y solo
decir que su visión y técnica nos han sido fundamentales para conseguir la
Liga. Benzema me ha sorprendido para bien. El pecho frío, el sangre horchata se
ha revelado como un defensa con gol, bien es cierto también que ha desaparecido
algunos partidos, pero poco a poco se ha ido convirtiendo en la referencia en
la delantera. Fuera la figura de Ronaldo, el francés ha asumido el liderazgo y
en muchas ocasiones ha sido él quien ha cargado el peso del equipo a la
espalda. Vinicius, la exuberancia, toda le queda mucho por aprender, saber
estar y tener más control, pero su rapidez, ambición y esfuerzo han conseguido
revolucionar partidos que estaban muertos, crear confusión en el rival y dar un
toque de ilusión al madridismo. Puede ser una figura clave en pocos años. Mendy
ha sido otra de las sorpresas. Pocos daban un euro por este jugador, sobre todo
porque un acabado Marcelo no hacía más que copar la titularidad, más las
lesiones y un mal juego hicieron que Mendy pudiera jugar. Es verdad que no es
tan técnico como Marcelo, pero eso a un defensa no se le debería pedir, sino
que sepa defender bien y eso Mendy lo hace muy bien. Con él en juego el Madrid
ha ganado en defensa, ha sido más fiable y ha concedido muy poco al contrario.
Un equipo en bloque, un equipo que ha sabido sufrir,
contemporizar y tener la fe suficiente para llegar hasta el final. Un entrenador
que no se ha cansado de decir que lo que importa es la Liga y que el resto son
guindas a dicho pastel. Un Madrid que ha ganado la 34ª Liga, la Liga de la
pandemia, otra Liga para el recuerdo y para los madridistas. Y ahora, a por la
siguiente Liga, porque no hay 34 sin 35.