Las sensaciones no son las mismas que el año pasado, y de hecho hay que tomar nota de las cosas para este verano.
Pero era de ley que este título cayera de nuestro lado, no podía ser más injusto que posiblemente el mejor equipo de Europa en líneas generales se quedase sin nada por dos atracos en los partidos clave, ciertos detalles y porque no se estaba jugando a baloncesto en esta final, sino a un mezcla de rugby y aikido.
Las palabras de Llull después del partido, diciendo que lleva dos años personalmente muy malos pero que lo importante es el equipo me han dejado triste. Odio verle de esta manera, me apena porque no lo merece. Ójala este verano pueda iniciar una reconversión como la de Rodolfo y convertirse en un activo valioso y no cruzar los dedos cada vez que juega en que se enchufe alguna mandarina para que su paso por la cancha no sea negativo para nuestros intereses, nada me haría más ilusión.
Nuestra base es, valga la redundancia, Campazzo y Tavares. Su crecimiento será lo que nos haga dar un nuevo aire a este equipo una vez los pesos pesados y estandartes de una generación única vayan dejando su lugar y como vemos, se van apagando. Sería interesante ir aportando más madera para dotar a esa columna vertebral de mimbres para hoy, mañana y para el futuro, siempre dentro de la dificultad que entraña éso en Europa. Si algo han demostrado ambos esta temporada es que son algo más que buenos jugadores de rotación, sino dos estrellas del baloncesto europeo. Hagamos que la transición hacia otro Madrid sea diferente, pero no peor, sino si se puede mejor.
Enhorabuena por otro título a todos. 5 de 8 es una buena cifra tras este ciclo que llevamos disfrutando casi una década, que se dice pronto. Muchas veces soy muy crítico con ciertas cosas pero tengo mi justificación: los que vivimos lo grande de antes, la terrible decadencia y la nueva edad de oro, por todo lo que pasamos, saboreamos cada copa como si fuera la última. Un 5/8 y no un 4/4, una tercera Euroliga que sería un broche de oro... a nosotros en nuestro ocaso jamás nos regalaron nada, nosotros en el trono no debemos tampoco regalar, como mucho que nos lo arrebaten ilegalmente como las dos últimas Copas, con bochorno y robo. Esa es otra cosa, habrá que empezar a moverse para salir de esta corruptela en la que encima, para mayor escarnio, han puesto al estómago agradecido de Antoñito para reirse de la circunstancia. O apretamos clavijas y las cambiamos, o puerta. Esto no puede ser.
Verano largo y esperemos que positivo nos espera. Pero siempre es mejor moverse después de ganar el último partido de la temporada.
