Voy a poner un articulo muy currado y un poco mal traducido porque estaba en ingles de TheAthletic.uk, uno de los pocos medios serios y que se curran de verdad las cosas en todo el planeta.
Leerlo. Es muy bueno e interesante.
Mientras la
industria del fútbol se estremecía por las repercusiones de la pandemia de
COVID-19, las mentes brillantes en la sala de juntas de Barcelona idearon un
plan. Con el club acosado por la angustia financiera, uno de sus ejecutivos se
acercó a la UEFA, el organizador de la Liga de Campeones, con una propuesta.
El
Barcelona requirió préstamos para aliviar el dolor causado por años de malas
decisiones en el mercado de fichajes y el despilfarro en los salarios de los
jugadores, todo lo cual se vio agravado por una pandemia que destrozó los
ingresos comerciales y de la jornada.
La idea,
por lo tanto, era solicitar un préstamo de un banco y utilizar los ingresos
futuros anticipados por transmisión de jugar en la Liga de Campeones como
garantía del préstamo.
La
respuesta de la UEFA fue un “no” rotundo y el organismo rector del fútbol
europeo le explicó al dirigente del Barcelona que no podían usar varios años de
dinero futuro de la televisión de la Liga de Campeones como garantía, porque no
había garantía de que clasificarían para el torneo en cada temporada. . Esto se
debe a que la clasificación para la Liga de Campeones se asegura a través del
mérito deportivo, en lugar de un derecho de nacimiento.
El
funcionario del Barcelona se mostró genuinamente sorprendido por el rechazo.
Cuando se
le acercó esta semana, la UEFA le dijo a The Athletic que no podía comentar
públicamente debido a “la confidencialidad del proceso”.
Quizás, sin
embargo, este es el tipo de desesperación y, a veces, la arrogancia que ha llevado
a muchos ejecutivos de clubes rivales y aficionados al fútbol en todo el mundo
a mirar al Barcelona con desconcierto en los últimos tiempos.
Este
verano, la curiosidad se ha convertido, en algunos lugares, en envidia y
resentimiento, ya que el Barcelona gastó un total de 140 millones de euros (117
millones de libras esterlinas, 142,8 millones de dólares) para fichar al
extremo brasileño Raphinha del Leeds United, al delantero polaco Robert
Lewandowski del Bayern de Múnich y al centro de Francia. vuelve Jules Kounde
del Sevilla. También recogieron a Andreas Christensen y Franck Kessie de
Chelsea y AC Milan respectivamente en transferencias gratuitas.
El Barcelona también espera fichar a otros dos jugadores del
Chelsea, con la pareja defensiva César Azpilicueta y Marcos Alonso como
objetivos.
En el
camino, han exasperado a los clubes de toda Europa, sobre todo al vencer al
Arsenal y al Chelsea por el Raphinha, antes de superar al Chelsea una vez más
por encima de Kounde. El Barcelona también ha vuelto a fichar al extremo
francés Ousmane Dembele, después de que su contrato anterior expirara en junio,
mientras vencía a su archirrival Real Madrid ante el joven promesa del Racing
de Santander, Pablo Torre.
Y todavía
les gustaría agregar a Bernardo Silva del Manchester City.
La tensión
se ha visto exacerbada por un extraordinario contexto económico para la
actividad de Barcelona.
Hace solo
dos meses, el presidente del club, Joan Laporta, dijo que el equipo del Camp
Nou estaba "clínicamente muerto" cuando fue elegido en marzo de 2021.
Agregó que el Barcelona "permaneció en la UCI".
En agosto
pasado, Laporta dio una conferencia de prensa en la que reveló una deuda de €
1,35 mil millones (£ 1,13 mil millones, $ 1,38 mil millones) antes de describir
cómo las obligaciones salariales del club representaron el 103 por ciento de
los ingresos (incluso después de que Lionel Messi dejó el club como un agente
libre después de que expiró su contrato) y dijo que el patrimonio neto del club
era de menos 451 millones de euros.
Se había
obtenido un préstamo por valor de 80 millones de euros para cubrir los salarios
de los jugadores a principios del año calendario. Goldman Sachs había
solicitado otra línea de crédito por valor de 550 millones de euros para
reestructurar las deudas del club.
El veterano
defensor Gerard Piqué aceptó un recorte salarial el verano pasado para que el
Barcelona pudiera registrar a los nuevos fichajes Eric García y Memphis Depay.
El
presidente ejecutivo del club, Ferran Reverter, quien desde entonces se fue en
medio de desacuerdos con Laporta, dijo que una auditoría de las finanzas del
club reveló que Barcelona estaba "técnicamente en bancarrota" y
agregó que habrían sido "disueltos" si hubieran sido un PLC (Public
Limited). Compañía).
Reverter no
ha sido reemplazado, con Laporta simplemente ampliando su cartera.
Para
entender el comportamiento del Barcelona este verano hay que recordar la
experiencia del club en las últimas temporadas.
Despues de
los 8 titulos de Liga en 11 temporadas entre 2009
y 2019, el Barcelona lleva ahora tres temporadas sin ganar su campeonato
doméstico, mientras que hace siete años que no alcanzó una final de la Liga de
Campeones.
Si bien muchos
seguidores de clubes menos exitosos buscarían el violín más pequeño del mundo,
esto ha provocado una crisis nerviosa colectiva en Cataluña, con el rival más
feroz del Barcelona, el Real Madrid, ganando cuatro Ligas de Campeones desde
la última vez que el Barcelona levantó ese trofeo en 2015.
El verano
pasado, el Barcelona se castró aún más por la pérdida del talismán Messi en una
transferencia gratuita al Paris Saint-Germain, y su situación financiera era
tan pésima que trayeron cedido a De Jong del Sevilla, que provocó decepciones al
heredar el viejo casillero de Messi en el campo de entrenamiento.
La
temporada que siguió fue decepcionante, ya que el Barcelona cayó de la Liga de
Campeones en la fase de grupos después de ganar dos de sus seis partidos y
luego perder en cuartos de final de la ECL ante el club alemán Eintracht
Fráncfort. (Desde
que empezó la pandemia, Barcelona también ha sido avergonzado
8-2 por el Bayern y sufrió una derrota en casa por 4-1 ante psg en una eliminación de octavos de
final la temporada siguiente).
Muchos
observadores cercanos creen que el comienzo del declive se puede atribuir a la
venta récord mundial de Neymar al PSG por 222 millones de euros en el verano de
2017 y la forma en que el Barcelona malgastó posteriormente esas ganancias.
Comprometieron
un total de 375 millones de euros en Felipe
Coutinho, Dembélé,
Paulinho, nelson semedo, Paulinho, Gerard Deulofeu y
Malcom. La temporada siguiente, otros 273 millones de euros se destinaron a
Antoine Griezmann, De Jong, Martin Braithwaite, Neto, Junior Firpo ,Emersony Marc Cucurella.
Es difícil
describir a cualquiera de esos jugadores como éxitos claros con la camiseta del
Barcelona.
En el caso
de Griezmann, sacaron una cesión para financiar su traspaso procedente del
Atlético de Madrid. En cuanto a Coutinho, la noche más ridícula llegó cuando,
estando cedido en el Bayern dos años después de fichar por el Barcelona
procedente del Liverpool, salió desde el banquillo y anotó
dos veces contra su club matriz en ese escondido 8-2 de la Champions League.
Quizás lo
más irritante es que desde entonces ha habido afirmaciones de que el Barcelona
rechazó la oportunidad de fichar a Kylian Mbappe, entonces del Mónaco y ahora
en el PSG, cuando el agente español Junior Minguella presentó la opción.Erling Haaland fue, en su juventud, también juzgado
como el perfil equivocado para ellos.
El
Barcelona sí mantuvo una serie de reuniones, incluido un viaje a Alemania, para
intentar fichar a Haaland procedentede Borussia
Dortmund este
verano, pero en su lugar se ha unió al Mn City.
En resumen,
ha sido un calvario y la sensación de crisis del Barcelona se volvió lo
suficientemente grave como para que la esposa de su anterior entrenador, Ronald
Koeman, comenzara a encender velas en una estatua de Buda en el apartamento de
la pareja antes de los partidos clave, evitar la verlos en vivo y
en su lugar socializar con la novia de De Jong, ya que ninguna de las dos
quería pasar por el trauma de los juegos.
Esa
historia se cuenta en Barca, un libro reciente del periodista del Financial
Times Simon Kuper, quien ofrece una ventana más a la desesperación de Barcelona
cuando relata una conversación con un empleado del Barca.
En su
libro, Kuper afirma que el funcionario de la UEFA cenó con un homólogo de
Barcelona en febrero de 2020 y durante la comida, el funcionario del Camp Nou
se quejó de lo que percibió como un toque ligero del organismo rector en el
juego limpio financiero cuando se trataba de Manchester City y PSG. , que son
propiedad de fondos o personas vinculadas a los estados-nación. Esto, decía el
argumento, había creado un entorno en el que Barcelona lucharía para competir
financieramente, tal es la riqueza a disposición de los dos clubes.
Kuper
escribe: “Finalmente, el funcionario del Barça preguntó: '¿Hay alguien en su
departamento de FFP a quien podamos pagar?'. El oficial de la UEFA entendió que
su contraparte estaba tratando de encontrar a alguien a quien sobornar”.
Es una
acusación extraordinaria y fue aún más notable esta semana cuando The Athletic
le preguntó a la UEFA si su funcionario en cuestión había revelado internamente
esta conversación, en la que un club miembro parecía estar probando el agua
sobre cómo inducir al regulador del fútbol europeo. También preguntamos si se
había iniciado alguna investigación.
La UEFA dijo que la organización “no tiene conocimiento de
ninguna reunión o solicitud de este tipo”. Se ha contactado a Barcelona para hacer comentarios.
Cabe decir
que esta alegación, junto con el llamamiento a la UEFA para adelantar dinero
televisivo, antecede al régimen de Laporta.
El club, bajo la dirección de su nuevo presidente, está
siguiendo un enfoque diferente para volver a sus antiguas glorias, y en su
lugar se dirige por la ruta de activar varias "palancas" económicas
diseñadas para inyectar efectivo en las arcas, financiar nuevos fichajes y
hacer que los buenos tiempos comiencen una vez. más.
Laporta
pasó algún tiempo el mes pasado en Las Vegas, donde el Barcelona derrotó al
Real Madrid en un Clásico de pretemporada, y tal vez fue una metáfora adecuada
para un hombre que está tirando los dados sobre el futuro de su club.
La
necesidad de actuar era clara.
Habiendo
heredado enormes deudas cuando comenzó su segundo período como presidente,
Laporta se enfrentó a una elección.
Una opción
era vender el equipo para reducir las deudas y aceptar que el club pasaría años
en el desierto. “Esto significaría desvanecerse en la irrelevancia”, dice un
exejecutivo comercial del Barcelona, que desea permanecer en el anonimato
para proteger sus relaciones en el club.
La
alternativa era arriesgarse, invirtiendo más en el plantel.
En los pasillos del poder, los ejecutivos de Barcelona
llaman a este enfoque "El círculo virtuoso", que fue el método que
siguieron en 2003, cuando ahora el presidente ejecutivo del Manchester City,
Ferran Soriano, estaba en la junta. La teoría establece que invertir en la
cancha (fichar jugadores talentosos, crear marcas (como Ronaldinho en ese
entonces), implementar el estilo de Barcelona) hará que todo lo demás funcione
financieramente.
Esta vez, Lewandowski es visto como la adquisición de
marquesina esencial y considerado el hombre para impulsar las ventas de
camisetas y demostrar que el Barcelona realmente está de vuelta.
La otra
cara de la moneda es que el polaco cumple 34 años este mes, se le ha otorgado
un lucrativo contrato de cuatro años (aunque con una ligera reducción de su
salario anterior en el Bayern) y hay algunos en Munich que realmente consideran
a los perennes campeones alemanes, que recibió más de 45 millones de euros por
un jugador que entraba en el último año de su contrato, pasan a ser los verdaderos
ganadores aquí.
Esto se
debe en parte a que el entrenador del Bayern, Nagelsmann, tiene diferentes
ideas tácticas sobre cómo dar forma a su línea delantera y el club no prevé que
ningún club, además del Barcelona, gaste esta cantidad de dinero en un
jugador en el otoño de su carrera.
También se
informó que el Barcelona se comprometió a pagar 20 millones de euros en
honorarios de agente al representante de Lewandowski, Pini Zahavi, durante los
cuatro años del contrato del delantero, aunque fuentes cercanas al acuerdo
insistieron a The Athletic que solo la mitad de los 10 millones de euros en
comisiones de la transferencia se pagarán al intermediario israelí.
Sin
embargo, en el momento de la publicación, aunque se ha anunciado el fichaje de
Lewandowski, su registro en LaLiga aún no se ha formalizado. Este es el caso de
todos los fichajes del Barcelona este verano, así como de Dembélé, que cuenta
como nuevo fichaje ya que firmó nuevos términos después de que expirara su
contrato anterior.
Por lo
tanto, fichar jugadores es una cosa, y conseguir que se les autorice a jugar mientras
cumplen con los controles económicos de LaLiga (esencialmente, su versión del
juego limpio financiero) es otra.
La liga
española analiza las cuentas auditadas de un club y establece un límite basado
en los ingresos frente a los gastos, lo que, en términos básicos, esencialmente
resta los costos operativos y los pagos de deuda de sus ingresos para la
temporada siguiente.
El
Barcelona debe cumplir con estas normas antes de que LaLiga apruebe el registro
de un jugador. Este ha sido un problema importante para ellos en los últimos
años, ya que el club a menudo depende de los jugadores existentes para diferir
o aceptar salarios más bajos para permitir que se registren nuevos compañeros
de equipo.
La escala
de la mala gestión salarial del Barcelona es extraordinaria.
En 2019, su factura salarial de 501 millones de euros fue un
33 por ciento más alta que la del Manchester United, y el United fue el segundo
pagador más alto de Europa.
Una
filtración del contrato de Messi en el diario español El Mundo en enero de 2021
reveló que la extensión de cuatro años que firmó el argentino en 2017 valía un
total de más de 550 millones de euros brutos si se cumplían todas las
condiciones y cláusulas.
El
Barcelona se convirtió en el primer equipo del deporte mundial en alcanzar los
1.000 millones de euros en ingresos en 2019, pero un exejecutivo, que desea no
ser nombrado para proteger las relaciones comerciales, explicó que las
obligaciones salariales afectaron esos ingresos: “Las banderas rojas fueron los
salarios; cada año en una reunión con los socios (aficionados del Barcelona que
son miembros del club), la junta y el presidente deben presentar y aprobar los
números. En el análisis siempre estuvo la advertencia de que los sueldos
deportivos estaban por encima de todas las recomendaciones y eso era un
problema para el club.
“Hubo un
año en el que dijeron que podría llegar al 70 por ciento del presupuesto del
club y algunas personas decían que teníamos que parar para proteger al club,
pero nadie hizo nada al respecto.
“Si le
dices a la afición que debemos tener cuidado con el dinero y que no pueden
tener a Messi, la afición dirá que quiere a Messi. Aquí tenemos el elemento de
circo. Un presidente sabe que se va en cinco años y luego le desea buena suerte
al siguiente.
“Incluso en
aquellos años en los que superamos los mil millones de dólares en ingresos, las
ganancias fueron mínimas”.
Sería un
error decir que el Barcelona no ha tomado medidas para aliviar el dolor.
Su factura
salarial se alivió en más de 200 millones de euros cuando Messi se fue al
expirar su contrato (aunque a él también se le debe una parte del dinero por
salarios diferidos). El Atlético ahora cubre la totalidad del salario de
Griezmann luego de su regreso a ellos en un contrato de préstamo de dos años.
Pero el
endeudamiento ha continuado.
Laporta
recibió en octubre el permiso de los socios para buscar más dinero, esta vez
otros 1.500 millones de euros de Goldman Sachs para remodelar el estadio Camp
Nou del club y sus alrededores en un intento por ayudar a generar más ingresos
a largo plazo.
Anunciaron
un nuevo acuerdo importante con Spotify
Este verano, el Barcelona ha buscado apaciguar a La Liga
activando varias palancas económicas.
Anunciaron
un nuevo acuerdo importante con Spotify en marzo, por un valor de 62,5 millones
de euros al año para patrocinar a los equipos masculino y femenino (el equipo
femenino de Barcelona era campeón de Europa en ese momento), los kits de
entrenamiento y el Camp Nou. Los acuerdos anteriores a largo plazo con el
patrocinador de la camiseta del primer equipo, Rakuten, y el patrocinador del
uniforme de entrenamiento, Beko, valían un poco más combinados y no incluían
los derechos de nombre del equipo femenino o del estadio.
Barcelona acordó vender el 25 por ciento de sus ingresos por
derechos de televisión de La Liga durante los próximos 25 años a la firma de
inversión global Sixth Street. El primer 10 por ciento de este acuerdo supone
una plusvalía total de 267 millones de euros, mientras que la cifra del resto
no se ha hecho pública, pero se entiende que supera los 300 millones de euros.
Esto ha
dividido la opinión.
Actualmente,
el Barcelona recibe alrededor de 160 millones de euros por los derechos de
televisión de La Liga nacional e internacional, lo que significa que, de hecho,
renunciará a 40 millones de euros el próximo año (como el 25 por ciento de los
derechos de televisión), pero se espera que esta cifra aumente o disminuya. en
relación con los aumentos o disminuciones en el valor de los acuerdos de transmisión
de LaLiga.
El
Barcelona, junto con el Real Madrid y el Athletic de Bilbao, habían rechazado
el año pasado un convenio colectivo asegurado por La Liga para inyectar fondos
a los clubes cuando se negaron a firmar un acuerdo de 50 años con la firma de
capital privado CVC, que proponía tomar ocho por ciento de los ingresos
televisivos del club cada temporada.
El lunes,
mientras anunciaba el fichaje de Kounde (otro que aún no está registrado para
jugar), Barcelona anunció que había vendido una participación del 10 por ciento
de su casa de producción Barca Studios a Socios.com, una plataforma de tokens
para fanáticos habilitada para blockchain, por € 100 millones. Ese dinero, sin
embargo, no se presentará en su totalidad por adelantado.
Laporta
también tiene aprobación para vender hasta el 49 por ciento de las operaciones
de comercialización y licencias de Barcelona, pero los críticos argumentan
que esto también representaría que el club busque efectivo a corto plazo a
expensas del largo plazo.
O, más
figurativamente, tienen comida para hoy pero pueden morir de hambre mañana.
El citado
exdirectivo de Barcelona plantea el dilema: “Estos fondos como Sixth Street
están siendo inteligentes.
“En lugar de ser propietarios, donde tienes que operar el
club, obtienen acceso directo al flujo de ingresos sin la molestia de tener que
administrarlo. No tienes dolores de cabeza, no tienes a los fanáticos en tu
contra. Nadie sabe quién eres. ¿Quién es el Sr. CVC o el Sr. Sixth Street?
Puede parecer impersonal, lo que me da un poco de miedo.
“El gran
interrogante es si es una buena decisión, a mediano o largo plazo. Pero Laporta
no tiene elección, en realidad; es este camino o cerrarse o no competir en
absoluto y volverse irrelevante, un lento camino a la muerte para un club como
el Barcelona. Los próximos presidentes, que siguen a Laporta, lidiarán con las
repercusiones”.
El
Barcelona cree que estos acuerdos serán suficientes para registrar su ráfaga de
nuevos fichajes, pero fuentes cercanas a LaLiga creen que es más probable que
el club solo incorpore a algunos de esos jugadores antes de que comience la
temporada en casa del Rayo Vallecano el 13 de agosto, y eso puede estar más
cerca del final de la ventana de transferencia (que es el 1 de septiembre),
después de que hayan descargado algunos jugadores no deseados y sus salarios,
que puedan registrar al resto.
Se esperan
conversaciones con LaLiga en los próximos días. Durante las negociaciones con
Leeds sobre Raphinha, la ansiedad del Barcelona se hizo evidente. Por ejemplo,
en un momento querían que Leeds aceptara legalmente la transferencia del
jugador en esta ventana, pero potencialmente esperaría hasta la próxima en
enero para procesarla y recibir el dinero en efectivo por él si resultaba que
Barcelona no podía registrarlo antes del día límite. a principios del próximo
mes.
El Leeds no
estaba preparado para jugar a la pelota y también estipuló que gran parte del
dinero debía pagarse por adelantado, al tiempo que insertaba una cláusula de
penalización en el contrato, comprometiendo al Barcelona a perder 10 millones
de euros adicionales si no cumplía con una fecha de pago fijada.
El director ejecutivo de un club de LaLiga, que habló bajo
condición de anonimato debido a las delicadas relaciones entre los dos clubes,
le dijo a The Athletic que su equipo indiscutiblemente inyectaría cláusulas de
penalización en cualquier venta al Barcelona, tal es la preocupación por los
catalanes. capacidad a largo plazo para pagar cuotas.
El mismo ejecutivo también cuestionó si el Barcelona
hipoteca su futuro para financiar el presente está en el espíritu de la
sostenibilidad fomentada por los controles económicos de LaLiga. Su club,
aunque trabajó estrictamente dentro de los límites, no ha podido hacer mucho en
términos de ingresos este verano y los clubes italianos los han superado en
cuanto a los salarios de los jugadores. “Luego miramos a Cataluña y nos
preguntamos, '¿Cómo diablos está pasando?'”.
Dentro de
las reuniones de La Liga en toda la liga, el ejecutivo dijo que la situación en
el Camp Nou rara vez se menciona, y los clubes en cambio susurran en voz baja,
porque reconocen que la máxima categoría española necesita un Barcelona fuerte
para hacer crecer el producto.
Laporta
dijo: “Tengo la sensación de que estamos completando una tarea, a pesar de los
desafíos. Interpretar el fair-play (reglas de LaLiga) no es fácil, y nuestros
rivales se aprovechan de la situación diciendo esto y lo otro del Barça. El
mensaje es de optimismo y confianza. Hemos hecho operaciones para poder hacer
eso. Ojalá nuestra interpretación sea la misma que la de LaLiga y no vayan a
bloquear la inscripción de jugadores”.
El margen
de maniobra de Barcelona se vio aún más marginado por un cambio en las reglas
de La Liga el mes pasado, que cerró una laguna que había permitido a los clubes
registrar a los jugadores más jóvenes como salarios del equipo "B",
que estarían exentos del tope salarial incluso si los jóvenes en gran parte se
presentaran para el primer equipo de LaLiga.
Como tal,
el enfoque de Barcelona ahora es sacar a los jugadores, pero esto no está
resultando fácil cuando los que quieren disparar tienen salarios altos, o
todavía están discutiendo sobre pagos diferidos en el caso de De Jong. Incluso Clemente
Lenglet, a quien el
Barcelona consiguió trasladar a Tottenham
Hotspur vedido,
tendrá más del 50 por ciento de su salario cubierto por su club matriz.
El Barcelona también busca clubes para fichar a Samuel
Umtiti, Miralem Pjanic, Riqui Puig, Depay, Braithwaite y Francisco Trincao.
“Estamos
trabajando en las salidas (de jugadores no deseados)”, dijo Laporta, “pero no
es fácil”.
El 5 de
julio, el diario madrileño Marca publicó detalles filtrados del contrato de
Frenkie de Jong con el Barcelona.
Su informe
afirma que a De Jong se le deben 88,58 millones de euros en salarios y pagos de
bonos durante los cuatro años restantes de su contrato, además de 8 millones de
euros si juega más del 60 por ciento de los partidos en cada una de esas cuatro
temporadas, mientras que podría ganar hasta 12,8 millones de euros si el club
gana títulos de liga y Champions League en ese tiempo.
La
situación se complica aún más ya que el salario de De Jong se redujo a 3 millones
de euros para 2020-21 y 6 millones de euros la temporada pasada, ya que aceptó
recortes salariales y aplazamientos para ayudar al club a superar la pandemia.
Su
recompensa por hacerlo ha sido un verano de especulaciones sin aliento sobre su
futuro.
El resumen
de su situación es el siguiente: el Barcelona necesita descargar jugadores, el
entrenador en jefe Xavi tiene otras opciones en el centro del campo en Pedri y
Gavi, así como la nueva incorporación Kessie, mientras que bernardo silva todavía podría unirse, también. De
Jong, aunque calificado por Xavi, se considera, por lo tanto, una posible venta
de alto valor y Barcelona no tiene muchos de esos a su disposición en este
momento.
Sin
embargo, el problema es que a De Jong todavía se le deben 17 millones de euros
en salarios diferidos y quiere que esto se resuelva antes de aceptar irse; el
jugador también sigue genuinamente feliz en Barcelona.
El Manchester United lleva varios meses en conversaciones
con el Barcelona y llegó a un acuerdo de 85 millones de euros para fichar a De
Jong. United acordó pagar una tarifa garantizada de 75 millones de euros más
complementos que podrían valer otros 10 millones de euros.
Sin
embargo, la medida no se ha materializado y chelsea, cuyo nuevo copropietario
estadounidense, Todd Boehly, cenó recientemente con Laporta en Barcelona,
están considerando secuestrar al objetivo clave de verano del United, que
está ansioso por jugar en la Liga de Campeones (el United no se clasificó para
la competencia 2022-23, el Chelsea sí) y lo haría. prefiere vivir en Londres si
se ve obligado a abandonar Barcelona. El United, sin embargo, sigue
persiguiendo al jugador y mantiene la esperanza.
En
comentarios públicos la semana pasada, Laporta parecía estar presionando a De
Jong para que aceptara salarios más bajos si se quedaba en el Barcelona.
Laporta
dijo: “Él quiere quedarse y nosotros queremos que se quede. Lo que está claro
es que tenemos una nueva escala salarial y todos los jugadores tienen que
encajar en ella.
“Estamos
tratando de que estos jugadores entiendan la realidad del club. Nos encontramos
con una masa salarial disparada en más del 40 por ciento. Todos tenemos que
hacer un esfuerzo. Vamos a hacer todo lo posible para que se quede y esperamos
que el jugador también haga todo lo posible para que se quede”.
Los representantes de los jugadores del Barcelona han notado
cómo los contratos de Messi, Griezmann y De Jong han llegado a los periódicos
españoles y varios le dijeron a The Athletic que esto les hizo sospechar que
las filtraciones pueden haber venido del propio Barcelona como intentos de
presionar a los jugadores dando forma al público. opinión en su contra. Se
contactó con Barcelona para hacer comentarios.
Los agentes de los jugadores del Barcelona se preguntan en
privado quién será el próximo, alimentando la paranoia dentro de la plantilla.
Algunos se preguntaron si el portero Marc Ter Stegen, cuyo contrato aumentará
significativamente el valor del próximo año, podría ser el próximo bajo
presión.
En enero
fue el turno de Dembélé, a quien tanto Laporta como el director deportivo Mateu
Alemany querían vender al negarse a renovar su contrato en las condiciones
ofrecidas por el club. Así, Alemany dijo a la propia televisión del Barcelona
que el francés necesitaba encontrar un nuevo club a finales de mes.
Cuando el
Barcelona amenazó con dejar a Dembélé en la grada el resto de la temporada
pasada, el sindicato de jugadores, la AFE,
salió en su defensa. Dijo: “La AFE considera que no llegar a un acuerdo para
renovar un contrato no implica un incumplimiento laboral, por lo que no puede
tener ninguna consecuencia. No contratar a un jugador durante un periodo de
tiempo sin lesión, enfermedad o impedimento físico, supone una desvalorización
de su imagen que repercutirá negativamente en sus futuros contratos”.
Para
demasiados jugadores, esta ha sido una experiencia común en Barcelona en los
últimos años. Prometidos y regalados al mundo cuando firman, luego son
masticados y escupidos en el otro lado.
Depay, por
ejemplo, aceptó un recorte salarial para unirse al Barcelona el verano pasado
en comparación con los términos que se le ofrecieron para quedarse en el club
francés Lyon, tal era su deseo de jugar para el club. Un año después, es uno de
los jugadores que el Barcelona quiere vender.
Mientras
tanto, su compatriota De Jong rechazó tanto al Manchester City como al PSG para
mudarse del Ajax al Barcelona, el club en el que soñaba jugar cuando era
niño. De Jong es descrito por un compañero como un “chico muy normal, buen
chico, tranquilo, no sale, no se porta mal”.
Una fuente
cercana a Xavi insistió en que no es cierto que le haya pedido a De Jong que
reduzca su salario si desea quedarse en el club, argumentando que es más
probable que el entrenador haya dejado claro que el internacional holandés con
44 partidos internacionales era poco probable que fuera una figura clave en su
equipo titular en la próxima temporada, un punto que se enfatizó cuando se le
pidió a De Jong que jugara como central en lugar de mediocampo en la reciente
gira de pretemporada del club.
A medida
que se acerca la temporada, se espera que estas discusiones se vuelvan más
frenéticas.
El pasado
mes de enero, por ejemplo, el defensa Umtiti aprovechó uno de los cuatro
recortes salariales o aplazamientos que ha aceptado durante sus seis años en el
club para permitir que el Barcelona fiche a Ferran Torres, delantero fichado
del Manchester City.
Umtiti fue uno de esos, junto con Puig, Neto, Braithwaite y
Oscar Mingueza, a quienes Xavi le dijo en mayo que no jugarían para él en
2022-23. El club incluso envió mensajes a los jugadores para decirles que
podrían tomarse más vacaciones para organizar transferencias en lugar de
comenzar la pretemporada. FIFPro, el sindicato de jugadores, está monitoreando
la situación, pero solo se involucraría si un jugador, un representante o los
respectivos sindicatos de jugadores españoles y holandeses se lo pidieran
directamente en el caso de De Jong. Hasta el momento, esto no ha ocurrido.
Incluso para aquellos jugadores que quedaron fuera de la
gira, Barcelona continúa manejando la situación con cuidado para cumplir con
las obligaciones contractuales. Proporcionan espacio para que los jugadores
entrenen en su sede, junto con fisioterapeutas y entrenadores.
Si La Liga
insiste en que el Barcelona reduzca aún más sus salarios, a los representantes
les preocupa que surjan divisiones en el vestuario, particularmente si hay una
situación en la que los titulares de los nuevos fichajes se enmarcan como
incapaces de jugar debido a la supuesta codicia de los jugadores que quieren seguir.
La tensión
entre jugadores y club precede a la actual presidencia.
Bajo el
predecesor de Laporta, Josep Maria Bartomeu, la empresa de comunicaciones con
sede en Uruguay i3 Ventures fue acusada de crear cuentas de medios en línea
falsas para defender el historial de Bartomeu y socavar a los oponentes,
incluidos jugadores como Piqué y Messi, así como a los candidatos rivales a la
presidencia. La empresa lo niega.
Bartomeu
dijo que era solo una forma de monitoreo de las redes sociales y que no se
habían solicitado ataques. No obstante, provocó una serie de renuncias de
directores y pasó una noche en la cárcel en marzo del año pasado mientras la
policía investigaba el asunto.
Mientras
tanto, el delantero Luis Suárez se enfureció cuando el entonces entrenador del
Barcelona, Koeman, le dijo en una llamada telefónica de 40 segundos en el
verano de 2020 que ya no sería necesario en el club. Nadie de la directiva de
Bartomeu llamó para dar las gracias a Suárez por marcar casi 200 goles con los
colores del Barcelona.
Los propios
jugadores no siempre han sido impecables. Por ejemplo, hubo un período con
entrenadores anteriores en el que no entrenaron porque se consideró que hacía
demasiado frío afuera, mientras que algunos sintieron que había algún tipo de
regla no escrita de no atacar a Messi demasiado fuerte en las sesiones.
A la luz de
estas experiencias, es aún más notable este verano ser testigo de hasta qué
punto los futbolistas más talentosos del mundo siguen enamorados de la idea de
jugar en el Barcelona.
En enero,
Pierre-Emerick Aubameyang tomó un vuelo a Cataluña el día de la fecha límite y aceptó términos que lo verán
pagado menos en el corto plazo. Adama Traorése unió al Barcelona, el club de
su ciudad natal donde estuvo en su juventud, cedido por Wolverhampton
Wanderers en enero y
aceptó una reducción de salario con la esperanza de que jugaría lo
suficientemente bien como para ganarse un regreso permanente al Camp Nou, una
aspiración que resultó infructuosa.
Cuando
Christensen firmó una transferencia gratuita, la presentación estuvo acompañada
de una nota que había escrito cuando tenía ocho años declarando su ambición de
jugar para el Barcelona. Mientras tanto, Raphinha vio al Leeds acordar una
tarifa con Chelsea, pero aguantó durante varias
semanas hasta que el Barcelona pudo financiar una transferencia.
En este
último caso, sus esperanzas se vieron favorecidas por el hecho de que el
representante de Raphinha, Deco, es un exjugador del Barcelona, amigo de
Laporta y actual empleado del club. Se dice que Deco renunció a la tarifa de un
agente directo para esta transferencia específica.
Deco es su
ojeador externo para Sudamérica y forma parte de las reuniones con Alemany y
Jordi Cruyff, el secretario técnico, sobre objetivos de fichajes.
A veces,
parece ser un mundo pequeño en Barcelona bajo Laporta, cuyo hijo Guim fue el
entrenador asistente de la selección nacional de Gabón anteriormente mientras
Deco trabajaba como asesor de la asociación de fútbol de ese país africano.
Se dice que
todo esto ayudó a superar la jugada del internacional gabonés Aubameyang
procedente del Arsenal en enero.
Durante
tanto tiempo, Barcelona y Real Madrid se han definido por las cosas que los
separan, pero en los últimos tiempos, estos dos clubes, al menos a nivel
presidencial, parecen tener más en común.
En el frente interno, el jefe de Madrid, Pérez, y su
homólogo de Barcelona, Laporta, compiten regularmente con el presidente de La
Liga, Javier Tebas, mientras que Madrid y Barcelona, junto con los gigantes
italianos.juventus, son los únicos clubes que siguen públicamente
comprometidos con el proyecto de la Superliga europea.
A nivel
nacional, Madrid y Barcelona creen que son los generadores clave de interés e
ingresos para el fútbol español y, por lo tanto, merecen una porción más grande
del pastel financiero.
Podría
decirse que esta es la razón clave por la que Madrid, en particular, se ha
enfrentado a La Liga durante los nueve años de Tebas al frente, y el club
presentó docenas de demandas legales contra la liga.
La relación
de Laporta con Tebas también ha sido tensa, sobre todo a principios de este
verano cuando Tebas sugirió que el Barcelona no podía permitirse fichar a
Lewandowski. Se dice que Laporta, por su parte, comenzó a enviar documentos a
LaLiga en catalán en lugar de español.
La
dedicación del propio Barcelona a una Superliga es de larga data.
Cuando
Bartomeu dimitió como presidente en octubre de 2020, declaró públicamente
durante su discurso de despedida que el club había aceptado formar parte de una
Superliga.
Durante la
reciente y exitosa campaña presidencial de Laporta, dijo que renovaría el
contrato de Messi y esto se debió en parte al hecho de que había anticipado 300
millones de euros en dinero de firma de JP Morgan, el banco que estaba
financiando la discutida fuga. Como tal, el colapso de la Superliga tuvo
implicaciones para el Barcelona que posiblemente contribuyeron en gran medida a
que perdiera a su superestrella argentina.
Quizás lo
más intrigante es que Key Capital, una firma de corretaje y asesoría con sede
en Madrid, supervisó la subasta que llevó a Barcelona a vender esa parte de sus
futuros ingresos por televisión a Sixth Street.
Key Capital
tiene una larga asociación con Pérez e incluso se pensó que uno de los socios
de la compañía, Anas Laghrari, estaría en la carrera para ser secretario
general de la Superliga, con Pérez listo para ser el presidente. El Financial
Times informó anteriormente que Pérez conoce a Laghrari desde que nació,
después de haber trabajado previamente con el padre del financiero en proyectos
de construcción en Marruecos.
Como tal, a los seguidores incondicionales del Madrid les
puede parecer irónico que colaboradores cercanos de Pérez hayan engrasado las
ruedas de la recuperación del Barcelona este verano, pero podría decirse que
deberían estar contentos, ya que el Madrid necesita que sus sparrings
tradicionales gocen de mejor salud para impulsar los ingresos de ambos. clubes,
la liga nacional y cualquier futura Superliga.
Fuentes
separadas especularon que estos movimientos podrían debilitar a Barcelona a
largo plazo.
Sin
embargo, lo más probable es que Madrid y Barcelona se consideren “amienemigos”
(enemigos amistosos) unidos por lo que perciben como la amenaza que representan
los clubes que se benefician de propietarios vinculados a estados nacionales,
como el PSG y el Manchester City, que ambos argumentan que ha disparado la
inflación en los salarios y las tarifas de transferencia.
En Las
Vegas el mes pasado, los dos clubes se reunieron inusualmente para un amistoso
de pretemporada y ese día, 23 de julio, hubo un almuerzo de trabajo de Pérez,
Laporta y el presidente de la Juventus, Andrea Agnelli.
Entre los
tres ejecutivos, también existe la preocupación de que La Premier League, debido a sus
enormes ingresos por transmisión, se está convirtiendo en una Superliga propia.
Sus tres clubes continúan buscando una victoria histórica contra la UEFA en el
Tribunal de Justicia de la Unión Europea e incluso han surgido indicios de
amargura incluso en la programación de pretemporada.
Para otros
clubes de toda Europa, los encuentros contra los tres rezagados de la Superliga
parecen estar mal vistos. No es casualidad que los tres clubes 'rebeldes' no
hayan jugado contra ningún otro de los mejores clubes de Europa durante sus
respectivas visitas a los Estados Unidos, siendo los dos invitados mexicanos el
Club América y el Club Deportivo Guadalajara (Chivas).
En una
presentación judicial en Nueva York a mediados de abril, el empresario
estadounidense Charlie Stillitano alegó que Aleksander Ceferin, el presidente
de la UEFA, le había declarado la “guerra” por intentar organizar partidos en
América del Norte con los clubes de la Superliga.
The New
York Times informó que se había incluido en la demanda un mensaje de texto de
Ceferin a Stillitano.
En él, Ceferin escribió: “He oído hablar de sus 'negocios'
con los tres clubes. Esos clubes no 'causaron problemas con la UEFA'.
Intentaron destruir la UEFA, el fútbol y a mí personalmente. Es una pena que no
lo entiendas. El hecho de que trabajes con ellos significa que yo, la UEFA o
cualquier persona en la que pueda tener influencia no tendremos ninguna
relación comercial o privada contigo hasta que estés del otro lado”.
Ceferin le
dijo previamente al New York Times: “Cuando me di cuenta de que en realidad
estaba cooperando con ellos al mismo tiempo, decidí terminar cualquier relación
con él. Tengo cosas más importantes de las que ocuparme que tratar con
Stillitano”.
Ha habido
otras cosas curiosas sucediendo.
Barcelona
invitó a la Roma a jugar su tradicional Trofeo
Gamper en el Camp Nou el 6 de agosto.
A mediados de junio, la Roma accedió a jugar, y el
entrenador del equipo italiano, José Mourinho, ex asistente del Barcelona y
exdirector del Real Madrid, fue útil para generar interés y venta de entradas.
Sin embargo, menos de dos semanas después, Roma se retiró repentinamente,
citando dificultades de calendario. Barcelona no compró esta excusa y dijo
públicamente que consideraría acciones legales por las pérdidas sufridas.
La sospecha
en el Camp Nou, y entre los organizadores de la Superliga, es que la UEFA, así
como el presidente de la Asociación de Clubes Europeos (y presidente del PSG),
Nasser Al-Khelaifi, se apoyaron en el presidente estadounidense de la Roma, Dan
Friedkin, para que se pusiera de su lado en la disputa en curso. Oficialmente,
sin embargo, el comunicado de la Roma atribuyó la decisión “como consecuencia
de la necesidad de modificar el plan de amistosos de verano”.
La Roma ya había pasado quince días entrenando en Portugal y
luego voló a Israel para un partido de exhibición allí contra el Tottenham de
la Premier League, otro de los antiguos empleadores de Mourinho, el pasado fin
de semana. Saltar a Barcelona después de todo lo que se consideró excesivo en
la nueva luz arrojada por el lanzamiento de los partidos de la Serie A 2022-23
que tienen a Roma jugando fuera de casa en cuatro de sus primeros seis partidos
de liga.
Quizás,
entonces, no fue una decisión política coherente con la postura de la Roma como
uno de los clubes que salió peleando contra la Superliga. Y, si se trataba de
una decisión política, ¿por qué se habrían inscrito en el Trofeo Gamper en
primer lugar?
Sin
embargo, fue curioso que otros italianos A.C. Milan también se retiró de participar en
el Soccer Champions Tour con Barcelona, Real Madrid y Juventus en los EE.
UU., un evento que valió millones en ingresos comerciales y de patrocinio.
Estos
eventos son solo una instantánea de las tensiones que actualmente afectan al
fútbol europeo y los ejecutivos de toda Europa están afilando sus cuchillos
mientras miran con furia a Barcelona.
El gasto de
los catalanes, por ejemplo, ha proporcionado combustible para clubes como el
PSG y el City, que son objeto habitual de la condena del jefe de la Liga,
Tebas, quien describió la renovación del contrato de Mbappé en París este
verano, como una gran expectativa de unirse al Real Madrid. como agente libre,
como un “insulto al fútbol”.
En un
comunicado, LaLiga dijo: “Es escandaloso que un club como el PSG, que la
temporada pasada reportó pérdidas de más de 220 millones de euros después de
acumular pérdidas de más de 700 millones de euros en temporadas anteriores
(mientras reportaba ingresos por patrocinio de dudosa valoración), con una
plantilla que cueste alrededor de 650 millones de euros para esta temporada,
puede cerrar un acuerdo de este tipo, mientras que aquellos clubes (Real
Madrid) que podrían permitirse la contratación del jugador sin ver comprometida
su masa salarial se quedan sin poder ficharlo”.
El
comunicado continuó: “La Liga presentará una denuncia contra el PSG ante la
UEFA, el tribunal administrativo francés y las autoridades fiscales y las
autoridades de la Unión Europea para seguir defendiendo el ecosistema económico
del fútbol europeo y su sostenibilidad”.
En privado,
el PSG cree que el gasto del Barcelona este verano, financiado con la hipoteca
de su futuro, plantea aún más dudas sobre la sostenibilidad del fútbol.
Una fuente
cercana al club francés le dijo a The Athletic que sienten que Barcelona es
solo una versión corporativa de los Glazer, la familia estadounidense
propietaria del Manchester United desde 2005, un modelo respaldado por
"fanáticos/miembros" que en realidad está en deuda con Wall Street.
Curiosamente,
la relación de Laporta con el PSG es la más progresista de los tres clubes de
la Superliga y, durante algún tiempo, había esperanzas de que el Barcelona
fuera el más abierto a renunciar a la noción, particularmente en comparación
con el dogmatismo de Agnelli y Pérez. Por ahora, sin embargo, se ha callado.
Hablando
con The Athletic en abril, Al-Khelaifi dijo: “Podemos hablar de FFP pero
también deberíamos mirar otros modelos de inversión, particularmente la deuda.
Un gran club español vino a mí aquí en la Asamblea General de la ECA y me dijo:
'Nasser, el Barcelona tiene una deuda de 1.500 millones de euros, ahora están
tomando otro préstamo, ahora pueden hacer cosas en su estadio por otros mil
millones. Esa es la clave, evitar que los clubes quiebren y tener un control de
costes'. ¡Esto es lo que me dijo ayer otro club español!”.
Este verano
solo hará que las lenguas se muevan aún más.
Hay que cosas que son muy lol, como el intento de soborno, para que hicieran como con el PSG y el City.
