Muy de acuerdo con Spasic en cuanto a lo mal confeccionado que estuvo el once inicial por no sé qué alarde de entrenador que le entró a Carlo; sin duda el piensa que lo más parecido que tiene a Benzemá es Isco pero, por razones más que obvias, se equivoca muy rematadamente. Karim no tiene sustituto pero lo que hace falta cuando él no está es, al menos, un punta, punta y no un falso 9 del chichinabo que ni genera espacios para él ni los genera para nadie. Con dos interiores a pie cambiado que buscan romper a pierna buena por el interior lo que ocurre es que te empotras con una defensa más que bien poblada y refuerzas el muro. Si esos interiores los colocas a pierna natural pueden desbordar por fuera y colgar buenos balones con garantía de remate pero... ¿a quién? Si no hay un delantero bragado... Repito... ¿Quizás a un centrocampista que sorprenda desde atrás o a un central especialista (como Militao) en una oportuna escapada a la vanguardia?... ¿A ese falso nueve?... IMPOSIBLE O MUY POCO PROBABLE. Con la inclusión de un 9 puro la cosa cambia y con un 5 de verdad y no improvisado como Camabinga, que hace muchas cosas bien pero que no sabe desenvolverse posicionalmente como Casemiro... Dónde vamos a parar; sin embargo Valverde, en un estado de forma envidiable, sí que se conoce la posición y puede hacer las veces relevando al brasileño.
Afortunadamente Carletto (que le voy a empezar a llamar EL RECTIFICADOR DE SÍ MISMO) se dio cuenta a tiempo y evitó un más que seguro tropiezo; con Jovic, y sólo con su entrada, se fijaron más las marcas facilitando con sus movimientos que esa hasta el momento cómoda defensa granadina movilizara a sus centrales creando así, entre otras cosas, espacios que hasta ese instante no existían, incluso para los tiros de media y larga distancia. Si hay un auténtico genio en ese apartado no es otro que un entonado Asensio quien finalmente nos dio la sufrida victoria... Pufff... Y menos mal-
Carletto... Sí, rectificar es de sabios, es cierto, pero tropezar dos veces en la misma piedra de necios y obstinados... Pues no te voy a llamar ni una cosa ni otra... Serán tus hechos, que no yo.