El Madrid está a un buen verano de forjar una plantilla que
arrasase sin rival en España o de poder perecer con un batacazo en una de las
Ligas más debilitadas de lo que se recuerda en lo que respecto a los grandes de
arriba.
Yo @carlos creo que todos somos conscientes de que Benzema, ahora
mismo, es el mejor jugador del mundo. En realidad, esa es la razón de las
preocupaciones.
Ha hecho la mejor temporada de su vida con 34 años, en la que ha
combinado las mejores cifras goleadoras de su carrera con la mayor recurrencia
de lesiones y molestias físicas, y el año que viene será una vela más que soplar.
Es tan abismal la influencia de Benzema en este equipo que,
el día que no está, con casi el mismo once tipo de Ancelotti, nos casca un 0-4
el Barca en el Bernabéu. Más otra serie de ejemplos de partidos que, sin ser
goleados, o incluso habiéndolos ganado, el equipo dio una sensación evidente de
absoluta falta de peligro y construcción arriba sin Karim.
Una lesión, al principio inofensiva, pero, con la edad, se
puede convertir en más que peligrosa, porque, además, como no tiene sustituto
Benzema, se le fuerza antes de estar plenamente recuperado. Como le pasó a Sergio Ramos.
Que una cosa así te reviente la temporada a nivel nacional cuando
se dan unas condiciones tan claras de pasar por encima de todos tus rivales es
algo que difícilmente uno puede asimilar.
Por qué haciendo los deberes te cubres ante eso. Unos
deberes aplazados por el “Mbappe o nadie” durante años, agudizado de manera
patente el último verano. Pero tras el portazo del francés, ¿qué haces? ¿Buscas
otro objetivo de futuro lejano donde poner tus ojos como excusa para no
moverte?
En el mar hay muchos peces. El dinero no es limitado. Gestiónalo
de forma eficiente.
A ver en que se cifra finalmente el traspaso del mediocentro
francés, pero si finalmente son 100M y luego aduces que no hay dinero para
reforzar las “otras posiciones” es que eres un nefasto gestor (todo hipotéticamente, ojo).
Puede ocurrir que Benzema le dé por repetir un año glorioso.
Estupendo. Te has salvado.
Pero, ¿y si no? No estamos hablando que un tipo de 20-30
años se rompa un cruzado, lo cual es una desgracia incontrolable, sino de que a un
jugador con 17 años de carrera profesional al más alto nivel, tirando para los 35 años, un año lleno de avisos musculares
y jugando 50 partidos al año, le diga el cuerpo basta y ello se lleve por
delante a un equipo que en condiciones normales económicas y deportivas no
debería tener rival este año en Liga.
Cuando digo que en el mar hay muchos peces, me refiero a
que, por ejemplo, Gnabry, que no quiere renovar, y los alemanes, como nosotros
con Asensio si eso ocurre, van a estar obligados a desprenderse de él, en
condiciones económicas desfavorables para ellos.
Un jugador así le cambia, de entrada, la cara al ataque del
equipo. Genera espacios indirectos a Vinicius porque el rival no se vuelva en
la izquierda. Es mucho más creador que cualquiera de nuestros atacantes, con la
evidente excepción a Karim. ¿Qué puede tapar a Rodrygo? ¡Pero si Asensio lo
tapa en Liga! ASENSIO. Mejor que eso lo haga Gnabry que el balear.
El día que explote, de verdad y de forma continuada,
Rodrygo, será titular seguro. Por qué Benzema tampoco es eterno y no sabemos si
le queda uno, dos, tres o los que sean años de futbol.
Pero hasta ahora a Rodrygo el fisico le impide estar más de 2-3 meses en forma sin que una lesión muscular lo trastabille y le cuesta casi toda la temporada volver a la rueda del pleno rendimiento hasta el punto que, un jugador nulo en peligro con Asensio, era titular indiscutible en muchos partidos.
Miramos mucho al futuro, pero se nos ha olvidado el
presente. Ademas de que también el futuro es cierto por más que lo quieras prever, alguna vez supongo que tendremos que decir: "este año". Supuestamente iba a ser en el de la inaguración del NB......
Aunque lo de mirar al futuro yo lo veo un poco en la onda de
“intentar ganar tiempo” para ver si algunos de nuestros proyectos “políticos”
revierten un status quo (Premier, clubes-estados) en los que nos cuesta
horrores competir porque nos sacan de nuestro ABC de funcionamiento.