La zona ha sido una medida a la desesperada. Un as que se guardaba en la manga para los últimos partidos de la serie o para alguno de los centrales pero ha tenido que tirar antes de ella al verse el 0-2 con la desventaja de 15 al descanso y la incapacidad de cambiar de rumbo. Pero una zona te sirve para cambiar una tendencia, no es ilimitada en el tiempo y menos si es tan presionante y agresiva como la que realizaba el Madrid.
Ha funcionado. Ha parado la sangría. Ha tapado las carencias del Chacho, pero la hemos agotado y la tendencia seguía despues siendo la misma.
Es que lo que hemos visto en esta serie es material hardcore. Obradovic no es que haya desnudada a Mateo. Lo ha abierto en canal y se ha dedicado su tiempo para airear cada uno de sus defectos.
Cuando y como quería el serbio, hacía clic y cortando unas veces, dando un vuelco al partido otras, con los limitados pero efectivos recurso de los que dispone.
En el primer partido de la serie, la lesión de Tavares empuja a Mateo a jugar con dos 4s interiores que bien podrían ser treses por su movilidad y colapsa relativamente Partizan. Pero en los últimos 5 minutos de partido, saca a los titulares, ajusta y el Madrid encaja casi tantos puntos como en los 15 minutos anteriores.
Hoy, de nuevo, a dominado el tempo del partido, no solo cortandolo con tiempos muertos, sino dando la estocada cuando lo necesitaba. Teniendo paciencia de que se agotará la zona y cargando el rebote ofensivo.
El Madrid ha ganado un asalto hoy y hace 2 días. Zeljko los otros 6.
No ha acertado Mateo ni en el planteamiento inicial, que es lo único que suele acertar cuando acierta porque la baja de Tavares lo ha desnudado. El Partizan se ha dedicado atacar la zona con penetraciones sin oposición y, cuando han habido alguna ayuda, ejecutada tal que así, doblando y castigando las esquinas.
Estoy con vosotros. El final es de impotencia. De no saber perder. De saber que nos has competido cuando sabes que ellos no son mejores que tú, pero que no les has podido hacer ni cosquillas. De no tener una voz de autoridad en el banquillo que imponga limite y marque un camino en el que crean.
El problema de algunos jovenes como Musa es que son jugadores por moldear y curtir. Por guiar. No son nadie para que tu sistema sean que hagan la guerra por su cuenta. Por eso, con Llull, Rudy, el Chacho y cía el equipo ha competido mejor. Simplemente, porque la toma de decisiones personal, por la experiencia que lleva a la espalda, va a ser mejor cuando no dejas todo mascadete.
Si Musa estuviera en el otro equipo, quizas no haya sido el MVP, pero estas mierda de partidos no te lo haces (que son en todos los que hemos patinado más curiosamente).
Pulir a un jugador hasta hacerlo dominador no esta al alcance de todos.
Y, lo deciamos en octubre, le han dado un Ferrari a un taxita y lo ha empotrado en la recta de meta montando un caos historico.