El objetivo tiene que ser llegar como sea al partido del Villarreal con una ventaja de al menos 2 puntos, por lo menos permitirte el empate.
Por lo tanto es clave ganar en Getafe más que nunca, especialmente a título mental, que para mí es lo más importante en esta circunstancia tan especial, tanto por el tema de la temporada condensada como en el momento de un Barcelona que está en un bajón anímico y es un polvorín.
No podemos sosegar ese polvorín que tienen. Lo intentaron con las chanzas de quejarse del VAR y tal, que eran la habitual cortina de humo para tapar vergüenzas. Ahora que se han visto desnudos necesitamos rematarlos nosotros, tomando el control de la situación y ganando los partidos con cierta autoridad.
De hecho, creo que lo mejor para el Madrid presente y futuro sería terminar con un 11 de 11 en este tramo de liga. Nos daría un soplo de frescura y de autoconfianza importante para el futuro. El año pasado del Madrid fue muy duro, hicimos mucho el ridículo y todos todavía tenemos el freno de mano echado con respecto a su capacidad y su juego. Si somos capaces de ganar esta liga y lo hacemos con una pequeña autoridad, creo que sería muy bueno tanto para el partido de vuelta contra el City pero sobretodo para esa confianza tan importante dentro del vestuario y en el club que es cuando crees en algo.
Ganar esta liga con contundencia al final nos haría a jugadores y afición volver a creer en algo tras lo del año pasado, creer en este proyecto de nuevo con Zidane. Y esa confianza en algo, aunque a veces sea una situación incontrolable, a mí me parece muy positiva. Como cuando ganamos una Champions, la de Kiev, con lo puesto. En realidad la ganamos por la ascendencia y confianza en el proyecto.
Y volver a esa senda sería algo perfecto con un Barcelona alicaído, con poco margen para los próximos años a nivel financiero y de jugadores y encima nosotros con ánimos renovados. Como todo, las cosas son paso a paso y el partido de Getafe es otro ladrillo más en el edificio que tiene que ser una liga que debe a su vez ser la vuelta a la competitividad de un club que ha estado un tiempo también en el alambre.