Marcelo casi me hace llorar durante la celebración del Bernabéu.
Se le veía roto.
Lo comparas con otros shows lacrimógenos dan algunos jugadores cuando se van y la sensación que me queda es que estas
lagrimas son de las más reales que he visto.
Llora porque no quiere irse. Le duele mucho. De corazón.
Además, mostrándose agradecido, aunque, durante las visitas
institucionales, se le notaba de morros.
Se ha portado muy bien el último año, pero también es verdad
que, cuando empezó a flaquear físicamente, su comportamiento digamos finamente
que no fue perfecto. Sobre todo, en la época de Solari.
El tiempo hizo que asumiera que el cuerpo no le respondía y fue
entonces cuando asumió su papel.
El club también es de los que no les molesta tener este tipo
de jugadores “simbólicos” si es con contratos económicos bajos, que, por parte
del jugador, parecía dispuesto a aceptar. Florentino suele ser bastante
agradecido en ese sentido. En mi opinión, incluso, demasiado. Debe haber algo
que quizás no les guste de su influencia para dar por finalizada su etapa aquí.
A fin de cuentas, ahora mismo, con Rudiger, tienes la posibilidad de colocar a
Alaba en el LI, además de la de Nacho. No habría tanta urgencia para un LI
suplente para Mendy.
Aun así, creo que hemos obrado bien y le hemos dado un gran
final a la histórica etapa de Marcelo en el Madrid.
Llegó en 2007 con 18 años para ganar 6 meses después con
Capello las Liga de las remontadas y se marcha 15 años después levantando como
capitán la Champions de las remontadas. Su quinta y última Champions. Una
historia epopeyica.