Desde el principio se venía avisando que respeto al rival,
que esto es Champions y que no se llega aquí por casualidad. Dicho y hecho, el
Madrid salió de sobrado, con prepotencia y arrogancia y se nos comieron. Ridícula
total. Y no vale venir con el cuento de que se tiró cuarenta veces, se tuvo
ochenta oportunidades porque el fútbol no va de eso. Va de meter goles, chatos.
El portero rival tampoco es que hiciera paradones, se tiró
al muñeco, centrado, remates blandos… Un despropósito de cara al gol. Y lo
imperdonable es que salimos a gol regalado por partido al equipo rival. La defensa
es una verbena. Desde el principio dije que los equipos de Ancelotti defienden
mal, aquí el italiano es malo de verdad. Lo compensa con equipos goleadores,
pero claro, este Madrid, si Benzema o Vinicius no andan finos, pues ni el tato
mete gol.
No se sabe defender en bloque, se parte el equipo y los
fallos individuales sobresalen más porque algunos jugadores juegan fuera de
lugar. El lateral derecho es un talón de Aquiles importante. Con Carvajal lesionándose
cada tres partidos, tenemos a Lucas que es el parche, y cuando Lucas no está,
el parche del parche que es Nacho que es inoperante por banda. Vinicius
necesita un descanso como el comer. Lo suyo es la velocidad y el desborde y ya
comienza a dar trazas de agotamiento. Jovic, para hacérselo mirar que sigue
haciendo ese en el Madrid.
Lo positivo, que la realidad nos ha pintado la cara y nos ha
bajado los humos, que ya creíamos que esto iba a ser un paseo militar y no,
este es casi el mismo Madrid de la temporada pasada con todos sus defectos y
jugadores medio acabados o nulos. Ancelotti tiene que empezar a trabajar ya en
la defensa en bloque y el Madrid traer jugadores determinantes de verdad. Por lo
menos, en esta fase de Champions se puede reconducir la derrota. Ahora, el
bochorno es digno de los del Farsa en Champions.