Final esperado, pero no por ello menos doloroso.
El equipo ha salido hoy sin ningún convencimiento, como si el
pescado estuviera vendido desde el domingo y no les quedará nada en la recamara.
Al final, en cómputo global, se ha rendido hasta por encima de lo esperado por
lo que no queda ningún reproche por hacerles. A ellos.
El mal trago que hemos pasado se lo debemos a los contables
y a los del Excel. A los que se la jugaron, como si esto fuera un rojo o negro,
a que esta temporada sería como la anterior y, cuyos riesgos asumidos, nos han
acabado por devorar por completo.
La línea exterior del Madrid es de las peores y más longevas
de la Euroliga y eso es difícil sostener durante una temporada de 70 partidos.
Lo que ha hecho este año el equipo es salvarles la papeleta
a los del traje. 2 finales nacionales, supercopa de España y a un triple de
meternos en la FF derrumbando al campeón y favorito de la Euroliga. El discurso
del Faraón en el almuerzo de compromisarios (asamblea o como quieran llamar a
esa institución del siglo XX) ya está hecho.
La dejadez con el paso de las temporadas, tras la Euroliga
2019, ha provocado que las urgencias por fuera sean de época de cambio de más
de media plantilla.
Tenemos una línea exterior formada exclusivamente por especialistas:
-
Jeff Taylor, especialista defensivo, que ha
perdido el plus físico y acierto desde las esquinas.
-
Rudy, especialista defensivo en el lado débil, arrastrando
problemas físicos que le hacen perderse 2 de cada 5 partidos y que, con 36
años, ya sí que no le da para mantener el solo al equipo en ataque.
-
Jayce Carroll, especialista tirador, con el
único rol valido, en condiciones óptimas, a sus 38 años, de salir en el 3º
cuarto, con las piernas intacta, a tirar de los carretones.
-
Casseur, especialista nº 6, cada año más Pisuerga,
que rinde solo en momentos señalados del año.
-
Sergio Llull, especialista “espiritual” y de
mandarinas del equipo. Sin piernas para defender ni para ir para dentro con la
ventaja de antaño ni para los apoyos en los lanzamientos como antaño.
Eso son los especialistas. No he querido incluir a jugadores
que no tienen nivel para jugar aquí como Laprovittola (cuya capital importancia
deriva más creo yo de la bajada de la barrera de la exigencia en el puesto de
base con la marcha de su compatriota que de la confianza ganada) o a Alocen,
con un papel de especialista defensivo pero que debe ir aumentando con el
devenir de los años. Por qué, si, además, los meto, solo quedaría Abalde, cuya
primera temporada, espero que de asentamiento, ha ido de más o mucho menos.
Una plantilla de 8 exterior con 5 especialistas, a mucho de
los cuales se le sigue dando rol de primera espada, y ningún jugador ya
diferencial.
No hay medias tintas. No deberíamos tener más de 2
especialistas, dado también que además hay otros jugadores como Alocen o
Abalde, que son jugadores también de rol y no titulares.
Con Llull tenemos una papeleta gordísima. Tenemos una deuda
moral con él por renunciar a una gran oferta económica de la NBA, posibles minutos
y peso en un equipo de relevancia a cambio de quedarse (también por una suma estratosférica,
también hay que decirlo). Ha sido la nota discordante entre todos los jugadores
que, más o menos comprometidos, si se han marchado (Chacho, Campazzo, Deck).
Pero, tras 3 años con un ratio absolutamente
desproporcionado rendimiento-sueldo, por fin nos hemos quitado esa mochila de
encima. Sin embargo, el club no va a dejar a Llull en la estacada y miedo me da
como se gestione el equilibrio emocional y deportivo en su nuevo salario. Por
qué necesitamos margen de maniobra para traer algo realmente diferencial por
fuera.
Rudy es uno de los que tampoco te puedes desprender por lo
que supone para la sección y, además, es que, en un perímetro compensado,
rodeado de gente diferencial en ataque y haciendo el balear realmente de
especialista (ahora tiene que hacer de todo), te puede dar 10-15 que no está
pagados.
Sobran por tanto Taylor y Casseur, con los que no ataron los
linces, post-Belgrado, con un plan de jubilaciones de 3 años.
Y Carroll. Lo que es una baja dura e injusta. Ha hecho más
méritos deportivos por seguir que Llull. Pero por un lado hay que cortar y este
parece el lado más fácil.
Hay que hacer sitio para los 2 bases y un exterior que las
enchufe de nivel.
Por qué, además, fuera de eso, recuerdo que hay que buscarle
reemplazo a Deck. No creo que sean tan genios para marcarse otra Doncic por
Panter.
Bastante han hecho entre todos consolidando al Barcelona,
que llevaba dando palos de ciego años, y liberarles de la presión que tenían
encima, regalándoles una temporada placida a nivel nacional. No hemos sido
rivales. Ellos era su propio rival y esa batalla la acaban de ganar hoy.