No soy partidario de echar entrenadores a mitad de
temporada, nunca lo he sido, porque si se hace eso también se debería echar a
los jugadores que no cumplen. La cuestión es que se sabía que Zidane es muy mal
entrenador, un buen gestor de grupos y un buen tío de cara a los medios de comunicación.
Pero de entrenador poco. Este tipo de entrenadores vienen bien cuando las cosas
salen de cara y los títulos caen, pero cuando las cosas van mal ya no sirven de
nada, como pasó con Ancelotti o Del Bosque, por ejemplo. Por eso defiendo que
cuando termine la temporada, haga lo que se haga, Zidane fuera. Con honores,
por supuesto, pero fuera.
No perdono tirar la Liga en noviembre, no perdono el
proteger a jugadores acabados, ni el amiguismo ni el traicionarse uno mismo. Como
tampoco perdono la ceguera y el no saber reconocer que he me equivocado. Y todo
eso lo está haciendo ahora mismo Zidane, con ejemplo perfecto en el último
fiasco que fue el partido contra el Bilbao. Cambios tarde y mal, de hombre por
hombre, pero sin ninguna lógica ni táctica, y ceguera ante los verdaderos
motivos por los que el Madrid no hace más que el ridículo en las tres
competiciones. Repito, ahora mismo el Madrid no tiene nivel para ganar el
Mundial de Clubes.
Pero aquí llegamos al verdadero culpable de esta situación,
que es Florentino. Él es quien sigue fichando por nombre, el que sigue
planificando temporadas y plantillas, quien se dedica a renovar a lastres y
echar a promesas, el que no aprende de sus errores y el que tiene un concepto
deportivo muy equivocado sobre lo que es el Madrid. Da igual que cambiemos el
cromo del entrenador. Llega Pochettino, o Kloop, y da igual, porque seguirán
los mismos muertos que no dejan de hacer el ridículo, amparados por Florentino
que es otro que se debería largar ya.
Y todavía nos queda por sufrir más. Si creemos que esto no
puede ir a peor lo será cuando tengamos que estar peleando por el cuarto puesto
en Liga y eliminados de Champions. Un poco catastrófico por mi parte, pero es
que ahora hasta un Segunda B nos torea.