Yo si os digo la verdad no voy a juzgar a Ancelotti con respecto a una eliminatoria de semifinales de Champions, y menos cuando el rival tiene más recursos que tú en la plantilla y todos los focos están en esos dos partidos. Creo que tras 4 temporadas aquí sabemos muy bien cómo y quién es Carlo Ancelotti, sus pros y sus contras. No hace falta una Pepa, un Haaland o un De Bruyne.
De hecho para mí es y será más juzgable la actitud y trabajo que se haya hecho para el sábado contra Osasuna que en la eliminatoria contra el City. Porque para mí el trabajo del entrenador no brilla ni se ve especialmente en las grandes ocasiones donde todos los miembros de un equipo quieren estar listos y aportar cómo y donde sea, sino en partidos como el de la final de Copa contra un rival inferior pero áspero, con un estilo que se nos atraganta y que necesita de que desojemos la margarita paso a paso, que nos va a intentar sacar del partido como sea, cuando la plantilla tiene la sensación de ser muy superior en prácticamente todo a ellos. Ahí es donde el entrenador tiene que hacer valer su ascendencia, bajar los pies a la tierra y preparar el partido a conciencia y la mente de los jugadores. Para evitar un "milagro sobre el hielo" versión navarra en la Cartuja.
Contra el City, un equipo que seguro que nuestros jugadores visualizan partidos de vez en cuando aunque sea para ver a Haaland, su centro del campo o ciertos sistemas, es mucho más fácil concentrarse, conocer a los rivales, a su entrenador, entrar en el partido con la máxima exigencia. Otra cosa será el transcurso del partido, porque tienen calidad para dominarlo y que vayas a contrapie en todo momento.
En todo caso, tras 4 temporadas sabemos lo que puede aportar Ancelotti y lo que nunca va a mejorar. Eso no va a cambiar lleguemos a la final de Champions o no. Buena gestión de plantilla a nivel mental, ciertas pinceladas tácticas en cuanto a la salida de pelota, buen encaje con los jugadores, sacando buenos rendimientos particulares con algunos, buen conocedor de lo que significa la presión, tanto del club como mediática, bueno en preparación de objetivos cortos(eso va con el club), malo en competiciones largas donde se pierde mucho el foco. Conservador en los cambios de dinámica, conservador con sus jugadores de confianza(sus pretorianos).