Pues partido de Champions con mucha tensión donde el dominio
ha ido variando de una parte a otra con dos equipos muy necesitados en cuanto a
puntos. En la primera parte el Madrid ha sido claro dominador y bien que se podría
haber sentenciado el partido a poco que hubiera estado algo más fino en
defensa, pues si bien el gol del Milán fue muy bonito no menos cierto es que
los jugadores italianos tuvieron tiempo de pensar con el balón y encontraron
grandes huecos en la defensa blanca que no deberían haberse creado. Todavía hay
muchos fallos defensivos y el equipo se sigue desconectando en determinados
tramos del encuentro. El segundo tiempo fue para el Milán y poco faltó para que
dieran la vuelta al marcador. Se llegó a un punto en que cualquiera de los dos podría
haber ganado y en esta ocasión el ganador fue el Madrid, vamos, partido de
Champions total.
En ocasiones hablamos de esa supuesta flor de Zidane, y en
mi opinión en esta ocasión sí ha tenido suerte con los cambios. Con el Madrid
roto en la segunda parte y el Milán dueño y señor del medio campo, lo que pedía
el equipo era alguien que pudiera unir líneas y dar mayor solidez al medio
campo. En vez de eso, Zidane sacó a Vinicius y a Rodrigo, con lo que estiró todavía
más las líneas y pudo haber devenido en desastre. Por el contrario, los dos
brasileños llevaron peligro y crearon el gol. Luego, con Modric, el Madrid se
adueñó del medio campo y controló lo que quedaba de partido. Victoria sin más,
no muy brillante, pero sí muy necesaria. Dependemos de nosotros mismos para la clasificación
que eso era lo importante.