Pues nada, segunda derrota consecutiva -eso sí, sin Llull- en un partido de alto voltaje que han ganado los catalanes con una gran defensa en el último cuarto y muchos, muchos, muchos errores en ataque por parte de los nuestros, así como una casi nula concentración en los rebotes ofensivos.
A ver qué opina el personal al respecto porque el barco ha hecho aguas en la casa culé.