El tenis es quizás el deporte más exigente tanto en lo físico como en lo mental.
Un mastodonte que está sobrado en lo físico puede triunfar en muchos deportes pero si no sabe concentrarse las bolas no le entrarían y un celebro puede sacar beneficio en deportes de equipo como el fútbol o el baloncesto pero en el tenis no llegaría a las 5 horas.
Y Nadal lleva al límite los dos puntos embriagando a todos con su fuerza de superación, no solo en los partidos sino en su día a día, superando lesiones, problemas personales y el odio de ser un símbolo de valores y de España.
Entiendo que Nadal tenga una marca con un símbolo que recuerda al toro bravo, quien va a verlo admira verle superar un partido perdido como el que jugó en cuartos, con la cara desencajada porque prefería darlo todo que rendirse. Como el toro bravo que lo da todo a pesar del sufrimiento, de las circunstancias adversas, y que acaba siendo ovacionado e indultado por el público.
No conozco a nadie que durante tantos años haya transmitido ese aura de inquebrantable, que ha compartido carrera con los más grandes de su deporte y por ello creo que es el mejor deportista de la historia, está haciendo lo de Jordan pero durante más años.
Si algo hace grande una carrera y una victoria es el rival al que te enfrentas, y Medvedev me ha parecido el mejor rival posible. Tenía el partido ganado y ha estado con opciones hasta el último momento, remontando cuando parecía que se culminaba la remontada y mostrándose noble y respetuoso en la derrota.
La prensa ha sacado petróleo de sus agresivas quejas, con argumentos justificados pero malas formas, pero es joven y nadie suele ser tan perfecto como Nadal. Para mí se ha comportado como señor, que solo debe trabajar la gestión de emociones de tener el público en contra o enfrentarse a un mal arbitraje.
No lo conocía pero Medvedev me ha ganado para el futuro, espero que le meta caña a Djokovic.
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Dicho esto, qué grande es Rafa Nadal y que orgullo me hace sentir compartir sufrimiento con alguien tan valeroso que destaca entre tanta odio y mezquindad.
Es un superhéroe viviente, tan bueno y tan grande que es muy odiado por lo que representa, el éxito basado en el trabajo duro y los valores y no lo soportan los que viven el camino del victimismo en vez el de tomar las riendas de su vida.
Para mí Jordan es más grande que cualquier club de baloncesto pero en el caso del Real Madrid solo conozco a una persona individual a la altura, y es Rafa Nadal. Ambos son muy admirados por sus logros y valores pero su grandeza se mide con el odio de quienes no soportan una gran verdad: La mayor felicidad se consigue a largo plazo respetando unos valores.
Nadal es una lección cuando impera el placer inmediato y la disciplina parece un castigo en vez de una virtud, entre los que me incluyo, pero agradezco que Rafa me recuerde que hay un camino mejor.
Estoy enamorado de Rafa Nadal y del Real Madrid, ambos tienen la virtud de ensancharme el pecho y felicito a todos los que hayan sentido lo mismo. 👏
