A mí el partido me recordó mucho al que planteó Quique Sánchez Flores la temporada pasada con el Espanyol en el Bernabéu, que básicamente fue el intentar no salir goleado, sabiendo de antemano la dificultad del Madrid(y que a ellos, al revés de a los habituales visitantes, el árbitro no les iba a echar la manita como a Valencia, Levante o casi cualquier rival que venga al Bernabéu salvo, curiosamente, el Espanyol)..
El Apoel salió a éso, a no llevarse un saco a pesar de que con ello sus esperanzas de marcar se tornaban en esperar un milagro, que no se produjo. Eso espesó el partido en la medular y lo hizo un tanto arduo, pero que con el primero daba la sensación de estar acabado. Ellos sin mordiente y nosotros un tanto empantanados con un Isco con las luces apagadas desde que volvió con la selección(otra vez lo mismo, y todo ésto para que la RFEF saque provecho).
De nuevo un Bale voluntarioso, como en ocasiones anteriores pero de nuevo sin acierto más que puntual, y con errores que la grada lamentablemente volvió a sacar punta.
Un partido ganado con oficio, sin brillantez, y con la mala noticia de la lesión de Kovacic, y para mi gusto volviendo a meter kilómetros a Kroos cuando era un tanto innecesario en un partido con muy poca historia, tan poca, que salió a jugar Mayoral y creo que en el único balón que tocó la metió en fuera de juego.